Alfonso Guerra González, político y académico. Nació en Sevilla en 1940. Ha sido vicesecretario del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y vicepresidente del Gobierno de España y ha sido diputado por Sevilla durante 37 años de forma ininterrumpida desde la instauración de la democracia en España.
Familia. Nació en el seno de una familia humilde y numerosa
Formación. Estudió Perito Industrial en la Escuela de Peritos Industriales, de Sevilla y años más tarde se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Sevilla. Durante ese tiempo desarrolló una actividad muy dinámica en el campo artístico, tanto en teatro y cineblubs como en revistas literarias. Fue en la etapa de estudiante de Filosofía y Letras cuando conoció a Felipe González que estudiaba Derecho en las mismas instalaciones universitarias.
Docencia. Ejerció por breve tiempo como profesor de Dibujo hasta 1975, en la Escuela de Peritos Industriales de la Universidad de Sevilla.
Inicios en la militancia política. Ingresó en las Juventudes Socialistas de Sevilla en 1960 y se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dos años más tarde, militando en la Federación Socialista de Andalucía de la que llegó a ser Secretario General. Por aquel entonces su imagen personal era la de un joven delgado y melenudo, con el típico aspecto del universitario progresista. En aquellos años de clandestinidad política para las formaciones enfrentadas al franquismo, Guerra, respondía al sobrenombre de Andrés.
En 1970 entró en la comisión ejecutiva del partido y en esos años se iniciaba un movimiento de renovación en las filas socialistas, cuando todos los militantes residentes en España y una parte de lo que estaban exiliados intentaban desplazar a la dirección que encabezaba, desde el exilio, el secretario general Rodolfo Llopis, posición que acabaría triunfando en el Congreso de la UGT de 1971 y en el XXV Congreso del PSOE de 1972, celebrado en Toulouse (Francia). Fue, junto a Felipe González, una de las figuras más relevantes del XXV Congreso del PSOE, que se celebró en Toulouse. A la vuelta de este Congreso, fue cuando un grupo de amigos y militantes se reunieron en un pinar de Puebla del Río a pasar el día y tomar una comida campera. En la sobremesa de aquella comida a alguien se le ocurrió hacer la famosa foto llamada de la tortilla. La cámara era del fotógrafo Pablo Juliá, pero el que accionó el disparador fue Manuel del Valle. Allí estaban Felipe González, Manuel Chaves, Luis Yánez, Carmen Romero, Carmeli Hermosín, Alfonso Guerra y todos los demás.
Responsabilidades orgánicas en el PSOE. En Suresnes (Francia), fue el lugar escogido en 1974 por los socialistas para su XXVI Congreso, donde se consolidó la nueva dirección del partido con Felipe González como secretario general. Guerra fue vicepresidente del congreso y fue elegido secretario de Información y Prensa y, dos años más tarde, en el XXVII Congreso, el primero celebrado en España en plena transición democrática , ocupó la secretaría de Organización. En septiembre de 1979, y con motivo del Congreso extraordinario celebrado en Madrid, Guerra fue nombrado vicesecretario general del PSOE. Desde entonces y en los siguientes tres lustros, el político sevillano consolidó su posición como número dos indiscutible del partido. En el XXXIV Congreso celebrado en junio de 1997, Joaquín Almunia resultó elegido nuevo secretario general del PSOE y la vicesecretaría quedó eliminada del organigrama. Alejado de la nueva Ejecutiva socialista, Alfonso Guerra aceptó la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias, tres meses después. Durante muchos años, Alfonso Guerra fue el referente ideológico del partido, el encargado de mantener organizado su engranaje interno y el coordinador de todas las campañas electorales.
Responsabilidades políticas. Como diputado elegido en 1977 su intervención en la redacción de la Constitución Española de 1978, junto a Abril Martorell, de UCD fue fundamental para la consecución consensuada de su aprobación. Fue una de las figuras políticas más determinantes de la escena política española durante la transición. De aquellas primeras legislaturas pasadas en la oposición es recordado como uno de los oradores más polémicos, cáusticos, sagaces e incisivos del Parlamento español.
Durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Alfonso Guerra vivió un apurado trance personal al quedar secuestrado, junto con los demás diputados en el Congreso de los Diputados, por los guardias civiles que asaltaron el palacio legislativo y ametrallaron su techo para aterrorizar a los diputados. Hasta que el golpe fracasó los diputados pasaron unas horas angustiosas angustiosas horas porque estaban incomunicados y no conocían lo que ocurría en el exterior.
Fue nombrado vicepresidente del primer Gobierno que formó Felipe González Márquez (PSOE) en 1982 y de los sucesivos gobiernos hasta 1991, cuando dimitió por culpa de un escándalo en que estuvo envuelto su hermano Juan.
Ha sido elegido diputado por Sevilla y encabezando la lista por Sevilla que siempre ha resultado ganadora en las sucesivas elecciones parlamentarias que se han celebrado desde 1977, siendo la única persona que ha sido diputado de forma ininterrumpida durante más años.
En las últimas legislaturas ha sido Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.
El guerrismo. El guerrismo agrupó a los partidarios, dentro del PSOE, afines al estilo y pensamiento de Alfonso Guerra, nunca ha sido una corriente política organizada reconocida, pero ha contado con dirigentes socialistas muy relevantes como el ex-presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el ex-alcalde de La Coruña Francisco Vázquez o la ex-ministra Matilde Fernández. En general, se sitúan en el ala izquierdista del PSOE, en contraposición a los planteamientos más centrados que tenían los renovadores, partidarios de Felipe González. Las corrientes guerrista y renovadora tuvieron su mayor protagonismo durante el enfrentamiento soterrado entre González y Guerra por el control del Partido, que ganó virulencia a raíz de la salida de Guerra del Gobierno en 1991y culminó en el XXXIII Congreso Federal (1994) con el triunfo de los renovadores liderados por González.
La imagen que da Alfonso Guerra es la de un político duro y mordaz, por sus destacadas críticas, a veces aceradas y furibundas contra sus oponentes políticos y la aceptación enfervecedora de los asistentes a sus mítines.
Caso Juan Guerra. La permanencia en el Gobierno se truncó por el escándalo de su hermano Juan que ocupó un despacho oficial en la Delegación del Gobierno de Andalucía sin reunir la condición de funcionario y por tanto de forma ilegítima y que fue acusado de aprovecharse del mismo para hacer negocios privados. Aunque no se vertieron acusaciones directas contra Alfonso Guerra, después de un año sometido a una férrea presión mediática y política, anunció en enero de 1991 su dimisión como vicepresidente del Gobierno español. Al año siguiente, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le eximió de responsabilidad penal en el caso. A raíz de este escándalo desciende la influencia de Guerra en el partido, aunque conservando un núcleo importante de poder.
Retirada de la política. En 2014, con 74 años de edad y 37 como diputado en el Congreso, anunció su retirada de la política activa. En 2017 fue sustituido en la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias por José Félix Tezanos y rechazó la presidencia de honor de la institución.
Aficiones. La afición conocida de Alfonso Guerra ha sido la literatura en general y de la poesía, en particular, su pasión por las letras nació en su etapa universitaria, donde dirigió algunas obras teatrales para grupos independientes y participó en el lanzamiento de revistas literarias, como El Palaustre, La Trinchera y la colección poética El Bardo. En 1969 fundó en Sevilla la librería Antonio Machado, punto de reunión de políticos e intelectuales, y después asumió la presidencia del Consejo de Redacción de la publicación Temas para el Debate.
Divulgación. Ha dirigido la revista “Temas” para el debate de análisis y opinión política. También se centra en el análisis, la investigación y publicación de estudios y monográficos sobre diferentes temas de actualidad.
Ha publicado dos libros de memorias: Cuando el tiempo nos alcanza. Memorias 1940-1982 (2005) y Dejando atrás los vientos. Memorias 1982-1991(2006). También ha escrito dos libros de teoría política: La democracia herida (1997) y Diccionario de la Izquierda (1998).
Academias. En 2022 ha sido elegido Académico de Numerario de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras,
Reconocimientos honoríficos
En 1988 fue galardonado como Doctor honoris causa por la Universidad Nacional Federico Villarreal de Lima (Perú),
La Universidad de Roma le concedió su Medalla de Oro en 1984.
Es hijo predilecto de Andalucía desde el año 2011
En 2018 el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Huelva le otorgó su Medalla de Oro
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